domingo, 6 de julio de 2008

Adiós, Tom, amiguito mío.



Lamento profundamente la partida de quien fuera, más que una mascota, uno de los más grandes amigos de mi vida, mi pequeño compañero en momentos de alegrías y pesares: Tom, mi gatito gordo, quien la noche de ayer dejó este mundo víctima de una enfermedad renal que llegó tan rápido como se fue, llevándose consigo a mi querido amigo.

Sólo quienes hayan tenido mascotas y las hayan querido mucho comprenden el pesar de tener que decir adiós a estos pequeños "hermanos menores" que, como pocos, han sabido estar con nosotros y darnos aliento en momentos de tristeza o alegrarnos en tiempos de ventura... y todo esto sin necesidad de decirnos jamás una sola palabra.

Tom, amiguito mío, durante casi 6 años fuiste una maravillosa compañía y extrañaré profundamente tu presencia en los lugares donde solías refugiarte, la rutina de tus sencillos rituales de gato, esas locuras que te hacían ver casi humano e incluso tus maldades y travesuras que a veces nos hacían enojar a todos pero que siempre te perdonamos.

No puedo creer que no estás y todavía quiero verte en los lugares donde siempre te encontrabas, la puerta de mi taller está entreabierta para que vengas a darme un poco de compañía, como lo hacías siempre, y esta noche también dejaré entreabierta la puerta de mi dormitorio, por si quieres volver a dormir a los pies de mi cama, como hace apenas dos noches cuando ni siquiera pensé en que llegaría pronto un día en que físicamente ya no estarías más. Fuiste un amigo excelente, Tom, ¡saber que no volveré a verte me duele tanto! Si existe un mundo espiritual para animales y hombres sé que nos volveremos a encontrar y quizá entonces sí podrás hablar, con tu propia voz, todo lo que quisiste decirme alguna vez y no fui capaz de comprender.

Te quiero mucho, cuídate allá donde quiera que estés, agradezco sinceramente tu cariño y compañía, te extrañaré y no te olvidaré nunca. Gracias también al Señor por la oportunidad de habernos conocido, amiguito, pues aprendí mucho del cariño y el respeto hacia los animales y que esa amistad y ese cariño superan incluso las barreras de la especie. Descansa en paz, compañerito, amiguito.

Te quiero mucho; nos volveremos a encontrar.

Tu amigo y papá adoptivo
Cristian.
-----------
Te quiero, amigo.

No hay comentarios: