lunes, 7 de mayo de 2007

El Cómic como instrumento Empático


El cómic posee naturaleza de fenómeno cultural. Es capaz de generar íconos y estereotipos que trascienden el papel sobre el cual se han impreso. Mickey Mouse, Son Goku o Tintín ya no son sólo personajes de tiras cómicas, son parte de la sociedad que los creó y los consume. La polaridad se invierte, ya no es el comsumidor quien devora cómics, sino este último el que devora a la sociedad. Cuando hablo de estereotipos, y esto es válido para todas las vertientes del cómic, me estoy refiriendo a personajes en cuya conducta la gente se puede sentir identificada, que produce una suerte de empatía absoluta entre el entorno físico que rodea al lector y el espacio-temporal que envuelve al personaje en la viñeta. Esto se produce con cierta facilidad, ya que el carácter estereotipado del personaje ficticio no supone un ahondamiento demasiado profundo en sus caraterísticas psico-conductuales, sino que son en realidad patrones básicos de comportamiento clasificables y repetibles de una historieta a otra. Siempre, independiente del lugar y de la historia, encontraremos los caracteres y sentimientos más básicos representados a través de los personajes; No importa si la acción sucede en una estación espacial a 5000 años luz de la tierra o en la selva amazónica, los personajes logran situarse en la mente del lector y transformar a éste en un componente más de la historia.

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